domingo, 6 de marzo de 2011

Mañana no iré de poesía

Hace tiempo que Valencia dejó de ser lo que era. Y hace tiempo que quiero hablar de ella. Así que estaré abocada a eso.

Mañana saldrá publicado el último cuento de la serie Historia de adultos en la sección Decimonónico. A partir del lunes 14 saldrán los que integran Cuentos de ciudad y es posible que los publique de a dos, para terminar antes.

De momento -y no quiero arruinar este domingo de versos sabios- quiero adelantar que el Dragón no deja de existir jamás. El fuego que de su boca ha sido exhalado no deja cenizas como los volcanes.
La nube del Dragón es más peligrosa. Pero también es otro desafío que se nos pone por deltante. Cómo me gustan los desafíos.

¡Valencia, despierta! que mientras tú duermes, el Dragón sigue ahí, devorándote.

¡Valencia, consigue folios en blanco y reescribe tu historia, reencuéntrate!
Espabila tierra azul,
enaltece tu memoria
perfumada de naranjos.
Es la hora
ya no hay espera.
Imita al Ave Fénix
y revuelve entre tus cenizas.
Verás cuánta
fuerza escondida,
cuánto poder
emana de tu historia.

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