lunes, 11 de julio de 2011

15M. Dice el viejo-nuevo que " no tocará nada de"

Este es cortito porque me piden por ahí que cuente alguna anécdota más de esas que dejan tieso con alumnas o alumnos. Pero como en realidad sigo pensando que son los adultos, padres y profesores/as los integrantes del sistema que produce a estos futuros habitantes, prefiero dejar a salvo a los púberes y pensar que, por ahora, lo que urge es tomar una firme decisión desde las más altas responsabilidades del mundo cultural, artístico y científico y unirse al M15 para organizar un modo de operar orgánico e inminente.
Esto no da para más y no debemos perder el verano con los ojos cerrados. Sálvese quien pueda tampoco vale. Romper y agredir tampoco sirve.
Dentro del grupo de los más jóvenes, hay grandes valores. No creo que este mundo esté acabado. Ni mucho menos. También están los niños que prometen porque hay padres que piensan y educan en valores rescatables, incluso más
cercanos a la naturaleza.

El problema está entonces en el mundo adulto y rancio que está "gobernando".

El flamante candidato por el partido que promotiera ser más progresista, dijo en su primer discurso que "no piensa tocar nada del sistema educativo ni el de la medicina"
Antes de eso, había propuesto, como ya lo dije en un artículo anterior, hacer un MIR para los profesores, especie de especialización para funcionar como docentes con pedagogía.

Ahora me suenan y temo por esas palabras nuevas o viejas (¿?) que aluden a no cambiar lo mucho que hay que cambiar: el sistema educativo de enseñanza media es un verdadero desastre anacrónico...páginas llenaría con esto pero no pienso regalar mi programación didáctica que se dirige a enseñar en un aula moderna con todas las tecnologías y sin restricciones de información ni de análisis crítico para las nuevas mentes.

Del sistema de salud, supongo que estos señores lo consideran buenísimo. Y en muchos aspectos lo es. Pero se gasta más en curar que en prevenir. Eso es malo.
No concretan poner un arancel para que podamos consultar especialistas como adultos autónomos sin tener que pasar por el buen samaritano del médico de cabecera que acceda a derivarnos. Y eso ya es casi un milagro.

Seguirán haciendo producir libros de texto incomprensibles que cargan las espaldas de los adolescentes sin que los usen en todo el año ni mucho menos entiendan su lenguaje.

Lista que podría continuar pero por ahora, es necesario que tomen apunte los que verdaderamente quieran cambiar la sociedad de raíz.

Se acabó el callar y la cómoda postura de no quejarse y a aguantar.
Si no tenemos nada que soportar. Si los estamos manteniendo para que no nos sirvan.

El trabajo puede ser tan fácil como difícil: o lo cambiamos o no nos movemos y que siga la dolce farniente.

Entonces no nos quedemos alucinados mirando algunos productos jóvenes embobados y con el cerebro vacío. Porque somos los adultos los encargados de haberlo permitido.

Todos, uno a uno, los que tengamos corazón y mente decidida, debemos salir a hacer algo cara a cara, desde donde estemos para hablar con la gente que necesita darse cuenta de lo que nos está pasando a todos.

Creo que esto es mejor que contar una anécdota en clase particular aunque aquella anécdota haya representado de alguna manera a parte de la mediocridad.

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