lunes, 8 de agosto de 2011

Indignos e indignidades

Algunas noticias de este mundo que me han llegado y todavía me tienen perpeleja:

Una señora me contó que una amiga suya se encontró unos bultos en las mamas. Pero como era joven le negaron el scriner para confirmar benignidad o malignidad. Le decían que no era nada. Así tal cual.
Total, que como los seres humanos somos puro instinto, intuición y autogobierno, la chica decidió pagar en forma privada un estudio más profundo.
Resultados: cáncer.
Procedimientos previos: brutos como no pueden existir otros en el mundo. Solo si cumples los 50 años de edad, te hacen Mamografía. Le llaman Programa de detección precoz. La última palabra es la más perversa "precoz"

Mujeres de España: ¿cómo pensáis luchar contra esta norma. Os parece sensato que haya que esperar a los 50 años para saber si hay cáncer cuando hay mayor probabilidad de que lo detecten porque es la edad propensa?

O mejor dicho, ¿os parece humano que no nos controlen antes para prevenir antes que atacar con ese negocio multimillonario del veneno de la quimio?

La chica era joven y se salvó, luego tuvo dos hijos.

¿Pero acaso parece digno que haya pasado por tal indignidad?

Tengo muchas más para contar pero la impotencia que me genera cierto aspecto del sistema sanitario me ordena que piense, reflexione y luego escriba una especie de manifiesto para luchar contra toda enfermedad. Para evitar la proliferación de enfermedad.

Pero como es la mente la que manda y no el cuerpo, mucho me temo que el trabajo será arduo.

Nadie quiere enfermarse pero pocos hacen cosas que eviten llegar a ello.
Ni siquiera tomamos ejemplo.

En principio, creo que el secreto está en eliminar problemas psíquicos o emocionales. Alejarse de gente con malicia y/o de ambientes nocivos. Y manejar nuestro autocontrol y distanciamiento en el intrincado mundo laboral.

Luego, la parte exterior, los agentes que atacan, pues es otra lucha más dura y larga aún.

Me intriga saber hasta dónde llegaremos para que surja el límite, el coto a estas experiencias macabras de los humanos.

Y presiento que estas palabras generarán polémica puesto que el sistema hospitalario es tomado de forma tan normal como el educativo o el jurídico.

Ya lo decía Michel Foucault: la idea es controlar los cuerpos...

Quien haya pasado por este tipo de instituciones, sabrá bien de lo que hablo. Pero necesito aclarar que no es contra la investigación científica el asunto, sino contra el sistema de organización hospitalaria que gasta fortunas en intentar curar antes que en prevenir.

Confío en la nanotecnología y en la genética como posibles triunfadores que en el futuro erradiquen de forma mínimamente agresiva las enfermedades.

Aún así, mi insistencia en la prevención individual, me resulta esencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario