martes, 5 de agosto de 2014

Elogio de la necedad. Educando.

Pensamiento que osa como un conquistador a horas muy tempranas.
Lo vuelco aquí y me marcho a enseñar por unas horas.

¡Si Erasmo hubiese escrito sobre la necedad!

Una necedad desalentadora:

Quien no escucha varias versiones de un mismo asunto. Y menos al calumniado.

¿Quién es peor? El que las propaga o el que las cree sin contrastrar?

Invito a sumar necedades a este Elogio matinal, estival al fin por el Norte.

Y una lectura recomendada además del imperdible libro de Javier Ríos Destruir a España, es La verdad y las formas jurídicas de Michel Faucault. En él se pueden conocer los métodos de descubrir la verdad desde que existimos como bestias racionales. Y seguimos siendo bestias. Bon café.